Llega esta época del año y entre celebraciones, emociones varias y deseos de todo tipo, diciembre se transforma en un excelente mes para disfrutar de todo lo anterior y también para reflexionar sobre nuestros proyectos personales, metas, propósitos, deseos, objetivos, sueños… ¿El común denominador de estas palabras?... que todas empujan hacia delante, nos ponen en marcha y nos invitan a la acción. Proyectar es lanzar a futuro, ¿qué mejor momento para diseñarlo y comenzar el 2011 con un pie en el porvenir?… Con el pensamiento y la palabra creamos nuestra realidad y estoy convencida de que escribirlos les imprime una cuota extra de energía.
Tal vez ya estés parado/a en tu sueño… Si es así excelente noticia… go on! Si aún no encontraste el momento para reflexionar… queda hecha la invitación. Al generar este espacio comenzamos a diseñar una conversación interna que nos pone en sintonía con lo que queremos. Nos permite descubrir donde estamos, que podemos hacer que aún no hemos hecho para estar más cerca de eso que queremos, disfrutar de lo que vamos aprendiendo en el camino. Nos ayuda a pensar que podemos cambiar, que nos dio resultado, que podríamos hacer distinto, que conversaciones me están faltando… Un día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar, duermo para soñar… (Walt Disney) Mi deseo para vos… ¡Un feliz presente y un gran porvenir!
Alguna vez me preguntaron, ¿cuál es la palabra que más te gusta?... La verdad es que se me complicó responder esta pregunta que me pareció tan amplia. ¿Con qué criterio elijo, pensé?... ¿Por cómo suena, por significado, por asociación?... Venían a mi cabeza unas cuántas y por todo lo que enumeré me quedé con esta: “Gracias”. Curiosa como soy, después fui a investigar la etimología y me gustó más todavía. Viene del latín “gratias” y significa la honra o alabanza que sin más se tributa a otro. Cuando uno cultiva y vive con espíritu de gratitud se conecta con lo que hay y se desconecta de lo que falta. Esto genera un estado de ánimo que nos invita a transitar emociones positivas como la alegría, la armonía, el entusiasmo. Es tan poderosa esta palabra que se transforma a su vez en la oración o plegaria más corta: “gracias”. El tema es:¿cómo sostener este espíritu o estado de conciencia?... La respuesta que se me ocurre es agradeciendo más. Siempre hay algo o alguien a quién regalarle esta poderosa palabra. A quienes les gusta la escritura, es una buena opción llevar un diario de gratitud. Es un lindo ejercicio que también ayuda a cultivar el espíritu y es fantástico re-leerlo cada tanto. ¿A quién vas a regalarle esta poderosa palabra hoy? Yo a vos por leerme...
Quienes han estudiado o leído filosofía alguna vez, por placer o por obligación, seguramente escucharon hablar de este filósofo con tanta prensa en la historia de la filosofía.
Es apasionante comprender que sus aportes están más vigentes que nunca y afirmar que su método de enseñanza tiene muchas similitudes y gran influencia en la génesis del coaching.
Sócrates, como buen filósofo, era un gran “preguntón”. Desafiaba a sus discípulos con preguntas para acompañarlos en el proceso de encontrar esas respuestas que salían de lo más profundo de cada uno y así los ayudaba a acercarse a la esencia o rasgos universales de las cosas.
El método socrático, se conoce como el “arte de la Mayéutica”.
Es muy interesante la etimología de esta palabra que viene del griego maieutiké (dar a luz, arte de ayudar a procrear).
De igual manera, en un encuentro de coaching, el coach a través del diálogo con el coachee, va construyendo un espacio de interacción en el que, cuando prevalece el respeto y la confianza, se generan nuevas posibilidades de acción que potencian el desarrollo personal.
Un coach, te invita a abandonar los espacios de certeza.
¿Cómo lo hace?, a través de preguntas, a veces provocadoras e incómodas, también de oportunos silencios, esto es la escucha activa.
Te acompaña a reencontrarte con tu capacidad de asombro y a ampliar la mirada. A reconciliarte con la posibilidad de que lo nuevo e inexplorado entre a tu mundo.
Es así como el coachee va "dando a luz" a un nuevo observador de la realidad que lo rodea y de esta forma, cuando se compromete con su objetivo, los obstáculos se transforman en aprendizajes y van apareciendo esas respuestas que parecían imposibles de encontrar.
La idea básica del método socrático, consistía en que el maestro no inculcaba al discípulo el conocimiento. Sócrates estaba convencido de que el conocimiento y la verdad habitaban en el interior de cada uno de nosotros.
La esencia del coaching es exactamente la misma.
¿Qué espacios o ámbitos de tu vida estás necesitando llenar de preguntas?
“Sin repetir y sin soplar en 15 segundos”… Modalidades o tipos de coaching sobre los que escuchaste hablar, como por ejemplo: "coaching deportivo", comenzando ya!:
