martes, 25 de septiembre de 2012

La epidemia del No quiero



Hace rato que da vueltas en mi cabeza esta idea y cada vez que me encuentro conversando con alguien sobre sus “no quiero” o compartiendo los míos, una especie de alerta me dice stop!...



¿Nos resulta más sencillo poner en palabras lo que no queremos que arriesgarnos a quedar expuestos si afirmamos algo con plena convicción?

No quiero llegar tarde...

No quiero volver a cometer el mismo error...

No quiero que se terminen las vacaciones...

No quiero disfrutar de mi hijo/a solo el fin de semana...

No quiero volver a sufrir por amor...

No quiero rendir más exámenes...

No quiero, no quiero….la lista es infinita…

Sin darle muchas vueltas al asunto, creo que uno recurre a esta frase de manera casi automática, no pensamos, es lo que más fácil nos sale…

En el fondo uno sabe muy bien lo que quiere pero cuesta romper con el patrón que alimenta todos lo “no quiero” y hacerse cargo…

Los que saben han demostrado que el inconsciente además de no tener sentido del humor, tampoco reconoce la palabra “no”, es decir que cuando esbozamos un “no quiero tal o cual cosa”, dice ok… eso es lo que en realidad querés y eso te mando, o eso te va a ocurrir.

“Lo que resistes persiste” (dijo Jung).


Ese patrón que nos consuela, nos paraliza y nos hace actuar en automático es el miedo, entonces para hacerle frente a la “Epidemia del No quiero…”

¿Qué tal si vamos por la positiva a ver si algo cambia?...

Va mi humilde invitación a pensar en positivo... con esto ya estas en el plano de la acción!... (es un buen primer paso).