Hablar de “la confianza” puede a simple vista, convertirse en un tema algo intangible, difícil de cuantificar, de medir, de calcular.
¿Cómo definirla?... es una emoción, una sensación, un sustantivo, una palabra…
¿un bien de lujo?
En el mundo económico, se utiliza el concepto de elasticidad (sensibilidad), para medir el grado de respuesta de una variable en relación a las variaciones de otra.
Existe la elasticidad de la demanda, de la oferta, de la renta, etc. Lo que mide la elasticidad, son las variaciones porcentuales, por ejemplo de la cantidad demandada ante un cambio porcentual en el precio de un bien o servicio. Luego la terminología económica clasifica estos bienes con una etiqueta: normales, inferiores, necesarios o de lujo.
Pienso que “la confianza” tiene alta sensibilidad a las variaciones de otras variables.
Es un bien de lujo porque cuesta mucho trabajo conseguirla. Esto me recuerda la frase que dice que todo lo que se puede comprar con dinero es barato.
Este post me deja más preguntas que certezas,las comparto para pensar por escrito buscando revalorizarla:
¿A cuánto cotiza para vos “la confianza”?
¿Cuáles son las variables que determinan que algo o alguien sea merecedor de tu confianza?
¿La confianza, es algo que se adquiere para siempre?
Qué es más difícil: ¿establecer un vínculo de confianza o sostenerlo en el tiempo?
Cuándo la confianza se quiebra: ¿qué es lo que se rompe y a dónde va?...¿en que se transforma la confianza rota?
¿De qué manera contribuís a que la confianza perdure o se fortalezca?
Por último, dice el diccionario que “confianza” viene del latín fides (lealtad). Confianza=con mucha fe.
Es un pacto o convenio normalmente tácito entre dos o más personas que se relacionan para lograr algo juntos.
Tiene que ver con el espíritu de este post…
Te invito a hacerte nuevas preguntas y si te ayudan las mías a encontrar esas respuestas… siempre con confianza!
